Empezamos ya a estar acostumbrados a ver vehículos no tripulados. Cada vez son más mercados y áreas los que se suman a las tendencias de los UAVS: aeroespacial, agricultura, cinematografía, fotografía, contrucción… son solo algunas de las ramas que ya se han hecho eco de los beneficios de este tipo de vehículos.

Esto que supone muchos beneficios para empresas y particulares, también supone complejos problemas tecnológicos, así como necesidad de aplicación de políticas de movilidad segura y automatizada. Además, de ello, se demandan UAVs que cumplan con una serie de consideraciones clave:

  • Tamaño: se buscan UAVs compactos pero sin renunciar a la funcionalidad. Este aspecto va en consonancia con las plataformas, ya que éstas crecen en funcionalidad pero reducen su tamaño.
  • Peso. Algo muy obvio en este tipo de vehículos es la importancia de construir algo liviano y fuerte. Dentro de esta tendencia, los materiales como la fibra de carbono van ganando terreno por sus características.
  • Potencia. El uso de procesadores exigente en sistemas informáticos requiere de una buena administración térmica y de energía. Dentro de ello se precisa una selección de componentes que no consuman mucha energía y que no produzcan mucho calor residual.
  • Coste. Los últimos avances tecnológicos empleados por los UAVs ayudan a la reducción de costes y a evitar problemas de obsolescencia.
  • Resistente. Que funcionen de manera fiable en cualquier ambiente es clave para los UAVS. Deben estar pensados para soportar temperaturas extremas, golpes, vibración, polvo e, incluso, inclemencias del tiempo.

Puedes conocer más sobre los UAVs y sus necesidades en el siguiente documento.

crystal febrero 2019 UAV