Los vehículos autónomos ya son una realidad en prácticamente la totalidad de ámbitos de nuestra vida. Desde vehículos no tripulados de índole más comercial, hasta aquellos que se caracterizan por servir a fines militares, todos ellos tienen un punto en común: disponer de equipos que puedan trabajar con total solvencia en todos los ambientes posibles.

Trabajar en todo tipo de ambientes es sinónimo de hacer frente a temperaturas muy extremas (tanto bajas como altas), a choques, a vibraciones, a elementos nocivos tal como el polvo, la lluvia, la nieve, el hielo… esto en el día a día. Dentro de entornos militares esto se agudiza ya que es posible que trabajen incluso en grandes temperaturas o en aguas profundas. Todo esto hace que los ordenadores más tradicionales se queden atrás y no cumplan con estas necesidades, precisando así de soluciones rugerizadas para ello.

Esto es debido a que todas estas condiciones pueden suponer un golpe muy fuerte para los ordenadores que están diseñados para ser empleados en entornos más normalizados y controladores como puede ser una oficina. En contrapunto, los ordenadores rugerizados se han diseñado con el fin de estar 100% operativos de forma fiable en ambientes muy extremos.

La empresa Crystal Group está especializada en el trabajo con COTS. Su experiencia anterior en este campo ha hecho posible que aplique esta tecnología para el campo de los vehículos autónomos. Un claro ejemplo de ello es su servidor RS363S1%F rugerizado 3U, que se caracteriza por cumplir los requisitos de alto rendimiento incluso en las situaciones más complicadas. Además, este sistema de Crystal se caracteriza por disponer de un amplia capacidad de almcenamiento de datos y de cumplis las normas ambientales MIL-STD-810G y MIL-S-910d. Para conocer más sobre él y este tipo de ordenadores consulta la siguiente noticia.

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